El juicio contra Keiko Fujimori ha sido anulado tras una decisión del Poder Judicial; sin embargo, la medida no implica que la tres veces candidata a la presidencia no sea procesada por el mismo caso.
“La decisión tomada no significa que la señora Fujimori haya sido declarada inocente”, recalcó el letrado. Su defensa se ha valido de una reciente sentencia del Tribunal Constitucional a favor del exdirigente fujimorista José Chlímper. Al haberse vulnerado el principio de congruencia en su caso, el resto de implicados en el caso cocteles solicitaron el mismo trato porque “de alguna manera están unidos al título de imputación”.
El principio de congruencia señala que a una persona solo se le puede condenar porque algo de lo que fue acusado y se le puede acusar por algo de lo que fue investigado. “Chlímper ha dicho que se vulneró este principio porque en la acusación en su contra se contemplaron más hechos de los que eran materia de investigación”.
El retorno a la etapa intermedia implica que la acusación en contra de Keiko Fujimori y el resto de la cúpula fujimorista deberá pasar un nuevo filtro “y ahí el juez tiene que verificar si de verdad hubo un cambio sustancial de hechos para decir que se está acusando por algo que no ha sido investigado”.
¿Por qué se llegó a este punto? En principio, por culpa del Ministerio Público. Correa recalcó que el medio año que llevó el juicio oral contra Keiko Fujimori ha sido tiempo perdido. Recordó que el Poder Judicial ha solicitado en repetidas ocasiones la corrección de errores en los documentos presentados por el equipo del fiscal José Domingo Pérez. “Ahora les están diciendo que hagan su trabajo cumpliendo las formalidades para no tener problemas en el futuro”.
¿Qué es el caso cocteles?
Durante la campaña presidencial de 2016, el partido Fuerza Popular realizó una serie de eventos de lujo para, presuntamente, recaudar fondos para la campaña de Keiko Fujimori a la presidencia de la República. Para la Fiscalía habría sido una maniobra para fraccionar importantes aportes y evitar levantar sospechas ante los mecanismos de control en el sistema bancario.
El Equipo Especial Lava Jato, el mismo que investiga los actos delictivos de Odebrecht y otras empresas brasileñas, considera que los llamados ‘cocteles’ organizados por la lideresa fujimorista servían de fachada para recibir aportes irregulares de diversas empresas.