El expresidente Alejandro Toledo Manrique llegó ayer al Perú extraditado desde Estados Unidos, para responder a la justicia por el presunto recibimiento de un soborno de 35 millones de dólares que la empresa Odebrecht le habría pagado con el fin de hacerse con la construcción de la carretera Interoceánica, durante el gobierno que encabezó del 2001 al 2006.
La aeronave que trasladó a Toledo aterrizó en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, a las 7:00 horas, en medio de la expectativa de la prensa y autoridades.
Primeras diligencias
Una vez en suelo peruano el expresidente, la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, junto al jefe de la Oficina de Cooperación Judicial Internacional y Extradiciones, Alfredo Rebaza, llegó a la sede de la Dirección de Aviación Policial (Dipa), ubicada en el Callao, para supervisar la extradición.
Benavides explicó a Toledo Manrique el procedimiento de extradición y sus derechos fundamentales.
Posteriormente, el personal del Instituto de Medicina Legal realizó el reconocimiento médico legal al exgobernante.
A las 13:00 horas, Toledo fue trasladado de la sede de la Dipa al cuartel Los Cibeles, ubicado en el distrito del Rímac, para luego ser conducido por vía terrestre a la Corte Superior Nacional de Justicia Penal Especializada, con el propósito de efectuar el control de identidad de ley.
Esta diligencia judicial estuvo a cargo de la jueza penal de turno de la Corte Superior Nacional, Margarita Salcedo Guevara.
Por medio de este acto procesal, la magistrada le preguntó al exmandatario sus datos personales (nombres, apellidos, edad, DNI y otros) y le informó de manera general sobre el proceso judicial y los delitos por los que está acusado. También le informó sobre sus derechos.
Toledo brindó su nombre completo, número de documento de identidad, así como una referencia general a su estado de salud.
En la audiencia participaron el abogado de Toledo, Roberto Su, así como el fiscal provincial titular, José Domingo Pérez, en calidad de representante del Equipo Especial de Fiscales del caso Lava Jato.
Al concluir esta diligencia, Toledo fue conducido nuevamente al cuartel Los Cibeles. Sería el último destino antes de su traslado final al penal de Barbadillo, ubicado en la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes), en el distrito de Ate.
Destino final
Tal traslado se ejecutó a las 19:00 horas a bordo de un helicóptero. La aeronave aterrizó en la cancha de fútbol del mencionado recinto, tras lo cual fue llevado al lugar donde cumplirá la medida de prisión preventiva de 18 meses dictada en su contra.
En ese centro de reclusión también cumplen detención los expresidentes Alberto Fujimori Fujimori y Pedro Castillo Terrones.
El Instituto Nacional Penitenciario (Inpe) precisó que el ex jefe de Estado no recibirá visitas hasta que el Consejo Técnico Penitenciario determine los horarios y días para este fin. También dictará medidas de seguridad necesarias para mantener la seguridad integral de Toledo y del centro penitenciario.
Seis años permaneció Alejandro Toledo en Estados Unidos, desde donde intentó evitar su extradición al Perú mediante recursos legales que no fueron admitidos por la justicia de ese país.
Rigor fiscal
Sobre la posibilidad de que pueda variar la prisión preventiva dictada contra Toledo a un arresto domiciliario, el fiscal José Domingo Pérez consideró que Alejandro Toledo debe permanecer recluido en el penal debido a que los argumentos del Ministerio Público “ son bastante sólidos”.
“De antemano, como fiscal del caso, consideramos que no hay los argumentos para que se pueda variar a una medida de prisión preventiva, pero eso le corresponderá a la defensa y al juez verlo para que nos citen a debatirlo”, puntualizó.Aclaró que el caso Interoceánica, por el que se solicita más de 20 años de cárcel contra Toledo, se encuentra aún en etapa intermedia y concluirá en unos meses.